Dispuestos a ir de excursión con frío pero no con lluvia. El tiempo en Mallorca altera nuestros planes y nos lleva a Sóller. Enclavado en el corazón de la Sierra de la Tramuntana, Sóller te maravilla cada vez que vas al recibirte con sus naranjos. Esta vez, por su niebla en las montañas y las sorpresas en nuestro paseo. La primera sorpresa, Gira-Sols, una tienda para niños con juguetes didácticos diseñados con mucho gusto y cariño. Ofrecen durante los fines de semana talleres de manualidades.
Al salir, nos topamos con el mercat. Todos los sábados por la mañana se celebra en la Plaza del Mercado y en las calles adyacentes donde encontramos las deliciosas naranjas de Sóller, famosas en toda la isla, hortalizas de temporada, flores y plantas, productos delicatesem, ropa y este puesto de senallas. Las cestas de mimbre en Mallorca son fundamentales para la vida. Desde niños hasta ancianos pasean con una tanto en la ciudad como en el campo. Estas tan coloridas actualizan este producto que nunca pasará de moda e incluso pueden servir de alforjas para la bici.
El modernismo de Can Prunera nos espera pocos metros más adelante. (C/ de la Luna, 86)
Con gran ilusión nos adentramos a descubrir un museo que nos decepcionó. Una decepción estética. El Art Nouveau que decora esta casa del 1909 no nos va. A las niñas tampoco.
Encontramos muñecas antiguas para todos los gustos y sustos:
La "Sencilla", con sus vestiditos de cuadros, mientras el bebé está en la cama, la "criada" mulata le ayuda a escoger modelo.
La "pomposa novia" mirándose al espejo y mirada por sus otras amigas muñecas.
Y el "estiloso señorito" con sus chaleco y boina de fieltro a juego con los ojos y la corbata.
Abren de martes de domingo de 10:30 a 18:30.
1 comentario:
Blanca me ha chiflado la cronica. Apetece hacer una escapadita ya mismo para visitar Soler
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