Entre los muchos consejos que he recibido sobre la maternidad está el de aprovechar las rebajas para comprar ropa a los niños. Pues bien, esto es lo que he hecho hoy.
Me indicaron que fuera previsora y le comprara modelitos para el año siguiente. Para eso hay que hacer cálculos y planteamientos sumamente complicados si eres de letras: edad del niño para el próximo otoño, posible peso y estatura, previsibles tallas, nivel de desarrollo del bebé... ¿Y si aprende a andar en verano? Tal vez el redondo bebote que ahora ni siquiera gatea en otoño es un niño esbelto y fino. ¿Le quedaría entonces bien un pelele o tendría ya que comprarle un pantalón o un vestido de mayor?
Tanta incógnita y tanto cálculo me han dejado aturdida durante un buen rato en la tienda. Después de una consulta telefónica al personal shopper y de un envío fotográfico de modelitos, he optado por comprar un pelele al ahora bebote para que lo luzca esta primavera. Ya veremos cómo nos apañamos en otoño.