domingo, 15 de enero de 2012

Primer paso hacia la independencia

Dicen algunos que educar es enseñar a tu hijo a ser cada día menos dependiente de ti. Seguro que esta definición se queda corta pero no deja de ser cierto que, desde su salida del vientre materno, el bebé va adquiriendo poco a poco las aptitudes necesarias para sobrevivir por sí mismo. Así, sobre los 30 años más o menos en España, el niño logrará independizarse casi completamente de papá y mamá. 

Para que llegue esa emotiva independencia, los padres intentan estimular al bebé desde la primera infancia con toda clase de ejercicios. El primer objeto de estímulo es el biberón. Suelen ser los hombres quienes se ponen manos a la obra con semejante reto. Colocar las ridículas manos del bebé sobre aquel gigante de plástico lleno de leche es todo un ritual. Pasan minutos y minutos posicionando cada uno de los diez deditos del niño y con tremenda delicadeza, van retirando los suyos hasta que sueltan su mano adulta con valentía. Poco tarda el biberón en caer por su propio peso.

La paciencia paterna repite durante meses el ejercicio. Un día el bebé logra tomar el biberón por si solo. Emocionados, los padres piensan: "Ya es mayor". Ha dado el primer paso hacia la independencia. 

1 comentario:

Maria Blanco dijo...

Efectivamente Catalina ya es mayor,me da gula la rosca de sus brazos.